jueves, 23 de febrero de 2012

BASTA YA

Basta ya de oír hablar de los mercados, sin tener muy claro ni quiénes son ni para qué existen. Solo tengo claro que desde las 7 de la mañana oigo hablar de ellos y todavía no les he puesto cara. Solo sé que esos mercados han conseguido un ambiente económico irascible y una crisis de la que nadie nos sabe sacar.

Basta ya de leer todos los días una noticia económica negativa. Todo el mundo ya habla de déficit público, de una Europa débil, de un euro sin consistencia, de unas Bolsas que no acaban de avanzar, de unos resultados paupérrimos, de empresas que cierran, de trabajadores que se quedan en la calle. Todo el mundo, en el café, ya conversa sobre esos términos macroeconómicos y microeconómicos. Incluso los políticos se enzarzan en auténticas guerras dialécticas. Pero ninguno de ellos da con la tecla correcta para que se deje de hablar de noticias económicas negativas.

Basta ya de que ninguno de los políticos, a los que pagamos para que resuelvan ese tipo de problemas, sea capaz de enfrentarse a una Europa, que nadie tiene claro quién gobierna, y poner sus bemoles encima de la mesa. Ninguno de esos dirigentes son capaces de decir con claridad qué medidas quieren poner en práctica para salir de la situación. Ningún político habla con claridad, y rotundidad, de IDEOLOGÍAS y de POLÍTICAS económicas basadas en esa ideología, con lo que ya no está muy claro si desde la derecha se tiene en cuenta al trabajador o si desde la izquierda se hacen guiños a los empresarios.

Basta ya de una sociedad crispada. De no poder hablar con tranquilidad sobre los temas que te apetezca porque te tacharán de rojo o de facha, de forma despectiva.

Basta ya de que las manifestaciones sean reventadas por profesionales de la batalla urbana, con la tensión que acaban generando.

Basta ya de que algunos policías se lancen a pecho descubierto contra dos jóvenes que solo querían protestar por los recortes educativos en una comunidad autónoma determinada.

Basta ya de que algunos medios de comunicación sean utilizados por los políticos para tratar de enmendar errores, y para lavar la imagen generada, en esas manifestaciones.

Basta ya de que algunos medios de comunicación sean utilizados para cargar contra el movimiento sindical, tan denostado como necesario.

Basta ya de no saber a quiénes sirven algunos medios de comunicación

Basta ya que algunos sindicalistas se olviden de sus principios e ideologías y se parapeten en sus puestos para ver incrementados sus emolumentos mensuales.

Basta ya de políticos provincianos que gobiernan como si sus administraciones fueran sus cortijos personales o que se pasan media vida en la oposición sin dar a conocer un proyecto novedoso y de futuro para sus ciudades o provincias.

Basta ya de unos políticos provincianos que no son capaces de luchar por su provincia, por los ciudadanos que les han votado, y se quedarán siempre a merced de lo que les digan sus dirigentes nacionales.

Basta ya de un país de pícaros, cuya sociedad siempre pedirá a sus gobernantes que cambien, aunque sus ciudadanos temen el cambio.

BASTA YA