viernes, 31 de agosto de 2012

Contradicciones

Leo con pavor todo lo relacionado con los incendios forestales. He de reconocer que me asustan, me acongojan, me producen escalofríos. Un fuego en el monte hace que la belleza que tenemos en nuestras manos se esfumen, desaparezcan con total impunidad.
No tengo claro si los recortes los agudizan o hacen que se incrementen. Leo que los montes se limpian en invierno y que en ese caso sí se notan los ajustes del Gobierno. No lo sé. Solo lo he leído. No tengo una opinión hecha y definida.
Vuelvo a leer un nuevo fuego, este en la provincia de Málaga, con miles de ciudadanos desalojados de sus viviendas por la virulencia de las llamas.
Leo. Leo. Igual que yo lo harán los asesinos de montes, los terroristas del medio ambiente, los pirómanos. Y recuerdo un informe de hace muchos años en el que se decía que si se publicaba un suicidio, causaba un efecto repetitivo en aquellas personas con tendencias suicidas.
1ª Contradicción: ¿Y si no publicáramos tanta información respecto a los fuegos forestales? Soy periodista hasta la médula. Siempre he abogado por publicar absolutamente todo -o casi todo-. Siempre he apostado por las noticias, por la claridad. Pero, ¿y si no informáramos de los fuegos?
Es mi contradicción, lo reconozco. Pero una contradicción basada en la ignorancia, en el desconocimiento y en la falta de argumentos para buscar una solución a esta lacra.
Quizá muchos asesinos, terroristas o pirómanos no se verían reflejados, no considerarían una fortaleza lo que han realizado.
No lo sé. Solo es una contradicción.
Vuelvo a leer que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, aquel buen gallego que estuvo muchos años en ese mismo juzgado pero de Castilla y León, con sede en Valladolid, ha ordenado la puesta en libertad, por razones humanitarias, de Bolinaga, el terrorista, asesino y mal nacido que, entre otras lindezas, mantuvo secuestrado más de 500 días a Ortega Lara.
La ley así lo recoge. Incluso ha habido maniobras de la izquierda abertzale para salir beneficiada en este asunto.
2ª Contradicción: La ley es la ley. El magistrado José Luis de Castro es un buen hombre. No dudo de que si lo ha firmado, es que tiene base legal. Pero, maldita sea. No sé si alegrarme por la valentía de este juez, amante de la música, orensano de nacimiento y que disfrutaba acudienco a El Corte Inglés a comprar discos de novedades musicales. No sé si volver a maldecir a Bolinaga.
Pero la ley es la ley. Es otra contradicción.