lunes, 9 de julio de 2012

Un grupo de analistas advierte de la debilidad democrática de Paraguay

Salamanca, 7 jul (EFE).- Un grupo de analistas ha advertido, a través de varios artículos publicados en la revista "América Hoy" -editada por la Universidad de Salamanca a través del Instituto de Iberoamérica-, de la debilidad democrática de Paraguay, aunque se percibe un incremento en la estabilidad política del país.

Diego Abente, miembro del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya -de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción-, ha revelado en su artículo "Estatalidad y calidad de la democracia en Paraguay" que la "baja calidad de la democracia es también función de la baja calidad del Estado".

Para él, las causas de esta precariedad radican en "el impacto de la estructura socioeconómica y el clientelismo", además de que los partidos políticos "no han tenido incentivos para mejorar la calidad de la democracia y han tratado de dilatar reformas institucionales"

Abente ha pronosticado una perspectiva política negativa, ya que, según ha publicado, "será difícil obtener una mejoría sustantiva en la calidad de la democracia, aun cuando los actores principales así se lo propongan".

Por su parte, Luis Antonio Fretes, embajador de Paraguay en Portugal, ha destacado en su artículo sobre "La consolidación democrática en Paraguay", la debilidad democrática de su país y lo ha justificado al señalar que "están presentes algunos factores reaccionarios del sistema anterior que neutralizan los avances y la consolidación" del actual.

Sin embargo, Fretes ha revelado que puede producirse una estabilidad siempre que exista una "continuidad de los ajustes en las prácticas políticas, especialmente en lo que se refiere a la inclusión de los ciudadanos en a vida política".

Estos artículos han sido publicados antes de que el presidente paraguayo, Fernando Lugo, fuera destituido de su cargo por las dos cámaras del Congreso, acusado de incompetencia en la resolución de un conflicto de ocupación de tierras en el que fallecieron diecisiete personas entre campesinos y policías, el pasado mes de junio.

Sin embargo, Luis Miguel Uharte, de la Universidad Nacional Autónoma de México, ya abría la posibilidad de un futuro político incierto para Paraguay.

En su artículo "El proceso de democratización paraguayo: avances y resistencias", estima que en las próximas elecciones de 2013 está en juego "la continuidad del proyecto que actualmente lidera Lugo o el regreso del Partido Colorado".

A la vista de la destitución del presidente Lugo, a finales de junio, se puede confirmar la teoría de Luis Miguel Uharte que ha apuntado que "el actual proceso de democratización depende en gran medida de los resultados" de esas elecciones.

Esos comicios se presentan, según Liliana Duarte Recalde, del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, centrados en una "volatilidad" tanto de los votantes como de los partidos, según ha expresado en su escrito "Variaciones en el comportamiento electoral en Paraguay.

Para Duarte Recalde, esto es señal de "una tendencia a la fragmentación de las preferencias electorales tradicionales", además de una "falta de afianzamiento de nuevas identidades políticas de una parte importante de la población".

Pese a este pesimismo ante la salud democrática de Paraguay, uno de los analistas, Diego Abente Brun, ha aportado un aire optimista, al destacar que "algo se ha avanzado", un progreso basado en "la drástica disminución del gasto militar", un "notable aumento del gasto en educación y salud", además de un "inicio de programas de combate a la pobreza", la igualdad "social y de género".

Ha recordado que en 1995, el 30,3 por ciento de la población vivía bajo la línea de la pobreza, en 2002 fue del 46 por ciento y el 43,7 por ciento en 2006, aunque en 2010 descendió al 34,7 por ciento.EFE

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