Salamanca, 29 may (EFE).- La obra inédita de un pintor "íntimo" y "con una personalidad recoleta", que "sufría desprendiéndose de su obra", como Zacarías González ha visto a la luz hoy, en una exposición que permanecerá abierta en su ciudad natal, Salamanca, hasta el 22 de julio.
Andrés Martín, uno de los responsables de la Obra Social de Caja Duero, ha recordado hoy al pintor salmantino cuando decía que "es más importante dibujar que pintar, aún cuando se pinte en una pintura vale más el dibujo que el color".
Una parte de su producción artística, la inédita, es la que ahora se podrá ver en Salamanca, gracias a que Caja España-Duero recibió el legado artístico de Zacarías González en 2005, por una donación hecha por su hermana, y que una parte permanecía guardada tanto en la casa-museo del autor como en los almacenes de la entidad de ahorro.
La colección que se recibió está compuesta por 621 pinturas, 1.842 dibujos y 6 libros ilustrados por el pintor, y de todo ello ahora se han expuesto 90 cuadros, que tratan de resumir las tres etapas artísticas de Zacarías González.
Así, en una primera sala se podrá ver los retratos familiares, alguno de ellos ya vistos en otras exposiciones, como un "intento de un guiño a la vida del pintor", ha señalado Andrés Martín, a los que se incorporan los arlequines, otro de sus aspectos básicos.
En una segunda sala, los protagonistas serán los bodegones de Zacarías González, uno de los elementos más característicos de la obra del pintor salmantino, mientras que la época abstracta se podrá ver en la tercera sala.
La cuarta y la quinta se ha dedicado a pinturas basadas en su aspecto más figurativo y de retrato de personajes.
Estas dos salas resumirán la tercera etapa del pintor, la que discurrió entre 1965 y 2003, un periodo en el que Zacarías González alcanzó "la madurez como artista" y mantiene temas como "bodegones, figuras y paisajes, casi siempre urbano".
Sin embargo, como ha insistido Andrés Martín, en estos cuadros "conserva la abstracción en las composiciones geometrizadas y el interés por la materia".
Zacarías González nació en pleno centro de Salamanca, en la calle San Pablo, junto a la Plaza Mayor, en 1923 y murió 80 años después, también en la capital salmantina.
De su ciudad no quiso salir, a excepción de un primer momento artístico, en el que buscó acomodo en exposiciones individuales y colectivas.
A partir de 1960, ese aspecto "casi huraño" de Zacarías González, como ha definido Andrés Martín, le lleva a "recluirse en su estudio de Salamanca, quedándose fuera de los círculos artísticos de forma voluntaria y elegida".
Esta forma de ser introvertida, "recoleta e íntima", se ha visto salpicada en los últimos años, una vez que la hermana del pintor donara su obra a Caja España-Duero, con exposiciones fuera de su Salamanca, tanto en Castilla y León como en Andalucía.
Ahora, de nuevo se vuelve a romper la idea de Zacarías González de pintar para él y se hace con una exposición básica para entender al artista salmantino, con su obra más inédita que refleja las distintas etapas de su vida.
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